A lo largo de 5 entregas iremos desgranando los entresijos de la compleja relación entre vibración y audición. Junto con la última entrega se colgará el texto completo en PDF para facilitar su acceso y consulta.La primera entrega está disponible en Vibración y audición: accesibilidad a flor de piel (I). Vía aérea y vía ósea.

La música, como todo sonido, supone vibración. Aquellos sonidos que no sean tonos puros están formados por una frecuencia fundamental (un tono puro) y una serie de armónicos ( frecuencias más altas y más bajas) que le dan riqueza y matiz. El “La” central de un piano (en la actualidad afinado a 440 Hz) suena diferente de un tono puro a 440 Hz y del mismo “La” en una flauta, un violín o un violoncello.
Por lo tanto cualquier persona expuesta a música, a sonido, está expuesta a vibración. Si esa vibración nos llega por vía aérea el umbral de volumen necesario para que active nuestros mecanoreceptores vibrotáctiles es bastante alto. Es decir, hace falta bastante volumen para que sintamos la música en el cuerpo y no sólo por vía auditiva . Es lo que ocurre cuando acudimos a un concierto o una verbena, particularmente con las frecuencias graves, que son las que más efectos tienen en el cuerpo (y para las que el cuerpo tiene más y mejores mecanismos de recepción diferentes de los auditivos). En cambio, cuando podemos tocar la superficie que vibra (como pasaba cuando sosteníamos un globo inflado cerca de una fuente de sonido) el volumen necesario es muchísimo menor y, al ser menor el umbral de detección, se perciben también frecuencias en los rangos medios.
El ejemplo del globo no es casual. Las puntas de los dedos son particularmente sensibles a este tipo de estimulación vibrotáctil, razón por la cual es posible la lectura en Braille. Las zonas con más vísceras y tejidos blandos son más sensibles y reaccionan mejor a las bajas frecuencias. En el concierto o verbena que mencionábamos antes sentimos los graves en la tripa.
Aunque no solemos ser conscientes de esta percepción de la vibración asociada al sonido, es vital para nosotros y nos aporta mucha información. Además de los cantantes y del caso mencionado de Evelyn Glennie (entre otros músicos con pérdida auditiva), el caso en el que esto se hace más patente es el de las intérpretes que tocan instrumentos musicales. En general pianistas, violinistas, etc. prefieren los instrumentos analógicos a los digitales y aunque no se den cuenta buena parte de la culpa la tiene la ausencia de vibración de estos últimos. Un violonchelista apoya el mástil de su instrumento sobre la clavícula, abraza la caja con el cuerpo y las piernas… cuando el instrumento vibra transmite esta vibración al cuerpo del intérprete que escucha su instrumento por vía ósea e interpreta las vibraciones asociadas incluso fuera del espectro audible en los graves. Ha aprendido a utilizar esa sensación tan primaria para mejorar su ejecución de modo inconsciente y cuando se enfrenta a un instrumento electrónico, su carencia le produce incomodidad y la sensación de que “suenan peor”.
Este efecto de conducción ósea de las vibraciones a lo largo de los huesos del cuerpo ha sido utilizado en otras formas de expresión artística como la instalación “Touched Echo”(1), una serie de memoriales de la Segunda Guerra Mundial situados en barandillas de puentes. Al apoyar los codos sobre la barandilla y reposar la cabeza sobre las manos podemos oír los bombardeos que un día determinado asolaron cada ciudad.
Y así llegamos finalmente a las mochilas de vibración. Aunque los artículos periodísticos no las citan por su nombre (2), puede verse claramente en las fotografías que se trata del modelo SUBPAC M2x Wearable (3).
Subpac es un dispositivo de audio inmersivo creado para enriquecer las experiencias sonoras de profesionales de la música, sobre todo bajistas, que tienen muchas dificultades para oirse y tener buena retroalimentación por los monitores del escenario, DJs, por las mismas dificultades desde la cabina de mezclas, y productores musicales/ingenieros de sonido, para tener una más y mejor información en los graves, particularmente difíciles de monitorizar y claves en la música.
No obstante también puede ser usado para propósitos generales de entretenimiento como en asientos de salas de cine, de vehículos, en casa para videojuegos, etc. En ningún momento fue diseñado pensando en personas con pérdida auditiva y sus necesidades aunque, como veremos, puedan sacarle partido.
Dice tener tres capas de inmersión:
- Háptica, mediante receptores en la piel
- Interoceptiva (4), por la detección de los cambios de presión y fuerza (aunque en realidad esta detección se explica mejor por la percepción vibrotáctil, en mi opinión, dado que la función interoceptiva se refiere a la capacidad de las vísceras para darnos información sobre sí mismas).
- Conducción ósea.
Elementos todos ellos conocidos a estas alturas.
Según la web del fabricante algunas de sus principales características son:
- Un rango de frecuencias entre 1Hz y 200 Hz. Es decir, y esto es importante, sólo reproduce las frecuencias bajas, por lo que transmitirá bases rítmicas, sensaciones ambiente, etc, pero tendrá poca capacidad de transmitir melodías. Los fonemas del habla se quedan en su mayoría fuera y los instrumentos medios y agudos no los reproducirá (o sólo sus armónicos más graves). Es un rango realmente limitado que da idea de lo específico de su uso.
- Portabilidad. Hay una versión similar a un cojín lumbar para utilizar en sillas (estudios de grabación, asientos de escritorio, etc.) y una versión en mochila (la que nos ocupa) totalmente portable, que es la favorita de artistas en el escenario (como bajistas y DJs).
- Sin sonidos externos. Es decir, no proyecta sonido fuera, sólo lo escucha quien lo tiene en contacto con su cuerpo (como ocurría en “Touched Echo”).
- Mayor precisión en la evaluación y monitorización de bajos, nos asegura que el habitáculo en que estamos no interfiere en la percepción de los graves (como suele ser el caso en la vía aérea).
- Es compatible con estudios de grabación, videojuegos, realidad virtual, música, tabletas/ móviles y bluetooth.
Ciertamente su campo de actuación es muy concreto: las frecuencias bajas, porque ha sido diseñado para ese propósito; el de monitorizar bajos y ambiente sonoro envolvente.
Son muchas las personas sordas en todo el mundo que se lo han comprado no tanto para escuchar música como, para mejorar su experiencia de juego (5) animados por su precio relativamente bajo (339€ la versión para silla y 385€ la versión mochila)(6).
Recordemos que el espectro audible es de 20 a 20.000 Hz, y el rango medido en una audiometría está normalmente entre los 125 y los 8000 Hz. Confiar la absoluta percepción musical a un dispositivo que solo llega a los 200 Hz no es muy acertado.
Sin embargo para disfrutar del cine, videojuegos, realidad virtual y otras formas de audiovisual inmersivo (incluido el enriquecimiento de la experiencia musical), es sin duda una opción muy a tener en cuenta, tanto en personas con pérdida auditiva como sin ellas.
Para saber más:
1.- Sobre Touched Echo: http://www.markuskison.de/touched_echo.html
2.- Algunos artículos como este: http://www.pontevedra.gal/2019/08/13/a-concelleria-de-benestar-social-adquire-cinco-mochilas-vibratorias-para-que-as-persoas-con-diversidade-sensorial-poidan-sentir-a-musica-do-concerto-de-rozalen/ Es importante señalar que, precisamente, Rozalen ha sido premiada por su compromiso con la comunidad sorda, al actuar acompañada con Intérprete de Lengua de Signos (ILS). https://www.europapress.es/epsocial/igualdad/noticia-cgpj-premia-cantante-rozalen-llevar-musica-personas-discapacidad-auditiva-20190905153852.html
3.- Sistema Subpac: https://subpac.com/what-is-the-subpac/
4.- Más sobre la funcion interoceptiva: https://es.wikipedia.org/wiki/Función_interoceptiva
5.- Cómo utilizan Subpac algunas personas sordas: http://diariosordo.blogspot.com/2016/09/subpac-una-nueva-manera-de-escuchar.html
6.- Precio ofrecido por el fabricante en su página. https://eu.subpac.com/products/subpac-s2-seatback Las noticias sobre la adquisición de estos dispositivos en la prensa escrita hablan de un coste total de 7000€ por 5 mochilas pero debe ser claramente un error, pues ni incluyendo un bucle magnético personal se supera un coste de 600€/unidad.