Tomar las riendas y el control de tu propio cuerpo. Decidir que no merece la pena luchar por un miembro que nunca será normal. Hacer de tu prótesis una parte más de tu expresión. Buscarte. Encontrarte y desarrollar la versión de ti misma más potente y rompedora. Dejar de ser «you poor thing» para ser un desafío hecho mujer. Así…