Jessica Cox nació el 2 de Febrero de 1983 en Sierra Vista, Arizona (EEUU). Vino al mundo sin ambos brazos. Por una condición rara de origen desconocido éstos no se desarrollaron en absoluto. Por suerte también nació en una familia fuerte y decidida que tomó, desde el mismo momento de su nacimiento la determinación de no llorar ni una sola lágrima por su hija. Y de no dejar que ella se viese a si misma como una víctima. Sin embargo Jessica no tuvo una infancia fácil. La frustración y la dificultad para entender su situación la llevaba a tener continuas rabietas que superó dedicándose en cuerpo y alma al deporte y la danza.
Tuvo muchas dificultades para aceptar el uso de brazos protésicos. Finalmente, con 14 años abandonó totalmente su uso y decidió que a falta de manos, sus pies harían la tarea. Y, a juzgar por el resultado, no fue una mala decisión.
A nadie sorprende que Jessica sea licenciada en Psicología, ya que, al fin y al cabo, estamos ante una condición «limitante» a nivel físico y no intelectual. Veamos cuan «limitante»:
- Aprendió a conducir en un coche modificado pero cuando dominó la técnica decidió dar el salto a un automóvil ordinario. Hoy por hoy tiene un permiso de conducción sin restricciones… y pone ella sola la gasolina a su coche!
- Teclea a 125 pulsaciones por minuto, que no está nada mal. Y emplea todos sus dedos, nada de método aguilucho.
- Toca el piano.
- Se peina y maquilla de modo totalmente autónomo.
- ¡¡¡Puede ponerse y quitarse las lentillas sin problema!!! Sí, con los pies. Yo no sería capaz ni con 20 brazos y 200 dedos hábiles.
- Por supuesto hace cualquier tarea doméstica sin problema.
- Es doble cinturón negro de Taekwondo. Ver como maneja los nunchakus causa una mezcla de miedo y admiración. Es pura precisión.
- Es submarinista acreditada.
- Tiene licencia de piloto deportivo. Pilota en solitario avionetas deportivas no modificadas.
- En la actualidad intenta grabar un documental sobre sus experiencias mediante crowdfunding.
- Es conferenciante, experta en motivación (recordemos que es psicóloga) y activista de los derechos de las personas con diversidad funcional.
Si todavía no te sientes ridículo llamando a esta gran mujer «discapacitada» puedes ver este pequeño vídeo sobre su día a día. También puedes seguir sus andanzas en Facebook o en su cuenta @jess_feet.