DISCAPACITODOS

Educación, Tecnología y Accesibilidad nos importan a todos. Porque bajo las circunstancias adecuadas, todos somos discapacitados.

El hombre sin miedo

No podía venir más al pelo que ayer se hiciese oficial el protagonista de la nueva serie de Daredevil, tal y como ayer anunciaba, entre otros, el fantástico Uruloki. Expectación 100%

Lindeiros – Septiembre 2013

Siempre fui muy de épica, lo reconozco. Y los superhéroes tienen ese punto de fantasía, combate y superación personal que te engancha a un cómic de por vida.

Yo fui rarita. De esas que se enganchan antes a Spiderman que a Candy Candy, que disfrutaban con los mil y un aparejos del caballero oscuro, con los raptos de Lobezno… Pero sin duda mi favorito, desde siempre y con diferencia, fue Daredevil: el hombre sin miedo.

Abandonado por su madre y criado por su padre, Matt Murdock creció en el barrio de Nueva York conocido como “La cocina del Infierno”. Al verse involucrado en el accidente de un camión que transporta sustancias radiactivas pierde la vista. Sin embargo junto con su ceguera le sobreviene un agudizamiento formidable de sus sentidos restantes. Estudia artes marciales hasta dominar cuerpo y mente y estudia derecho para dar rienda suelta a su sentido de la justicia. Cuando su padre, boxeador, muere a manos del maloso de turno, la justicia ordinaria resulta insuficiente. Matt decide arreglarlo en la oscuridad de la noche, que para él es constante, y nace un nuevo superhéroe.

Daredevil se publicó por primera vez en Abril de 1964, cuando se equiparaba discapacidad y enfermedad, y la conquista de derechos sociales de autonomía y autodeterminación de estos colectivos ni siquiera se le pasaba a nadie por la cabeza.

Daredevil no nació de una pluma a sueldo del buen rollismo, para que los niños se sintieran mejor por ser discapacitados ni por dar una nota de color diverso al panorama del cómic americano de la época, en pleno apogeo del sueño americano y la parafernalia neocolonial.

Daredevil no nació como un superhéroe discapacitado. Daredevil era, y sigue siendo, ciego. No ve con sus ojos sino con sus oídos. Su superpoder no es su ceguera, es su ausencia de miedo. La vida entre sombras puede ser una vida preñada de inseguridades. Daredevil, que significa “temerario”, no ve el peligro. Elige no verlo. Elige vivir sin miedo. Elige aceptarse y hacerse amigo de las sombras, de la oscuridad.

En honor a la verdad diré que todas mis simpatías en el terreno superheróico femenino, están con Elektra Natchios, una asesina a sueldo de muy dudosa inclinación y que dista de encuadrarse en el maniqueo eje bien-mal.

Nada me inclinó a pensar que Daredevil merecía mayores simpatías por ser discapacitado . De hecho, es un personaje complejo que pasa por momentos duros y difíciles, con vicios, con sed de venganza.

Matt Murdock es un abogado que busca justicia en los tribunales y, cuando esta no se imparte en los cauces ordinarios, es Daredevil quien la procura en las calles. A su manera. En la oscuridad. En su mundo.

Lo importante no es lo que nos falta, porque con lo que nos falta nada puede hacerse. Lo importante es lo que hacemos con lo que tenemos. Y si no usamos nuestras capacidades al máximo, entonces todos somos discapacitados.

Ilustración que muestra a Daredevil desde lo alto de una azotea

Ilustración original de @JorgeDelOro


Lindeiros – Setembro 2013

(orixinal en galego)

Sempre fun moi da épica, recoñézoo. E os superheroes teñen ese punto de fantasía, combate e superación persoal que engancha a un cómic para sempre.

Eu fun rariña. Desas que se afeccionan antes a Spiderman que a Candy Candy, que gozaban cos mil e uns aparellos do Cabaleiro Escuro, cos raptos de Lobezno… Pero sen dúbida o meu favorito, desde sempre e con diferenza, foi Daredevil: o home sen medo.

Abandonado pola súa nai e criado polo seu pai, Matt Murdock creceu no barrio de Nova York coñecido como “A cociña do Inferno”. Ao verse involucrado no accidente dun camión que transporta sustancias radioactivas perde a vista. Xunto coa súa cegueira sobrevénlle un agudizamento formidable dos seus sentidos restantes. Estuda artes marciais até dominar corpo e mente, e Dereito para dar renda solta ao seu sentido da xustiza. Cando o seu pai, boxeador, morre a mans do maloso de quenda, a xustiza ordinaria resulta insuficiente. Matt decide arranxalo na escuridade da noite, que para el é constante, e aparece un novo superheroe.

Daredevil publicouse por primeira vez en abril de 1964, cando se equiparaba discapacidade e enfermidade, e a conquista de dereitos sociais de autonomía e autodeterminación destes colectivos nin sequera pasaba pola cabeza de ninguén.

Daredevil non naceu dunha pluma a soldo do “bo rollo”, para que os nenos se sentisen mellor por ser discapacitados, nin por dar unha nota de cor diversa ao panorama do cómic americano da época, en pleno apoxeo do soño americano e o aparato neocolonial.

Daredevil non naceu como un superheroe discapacitado. Daredevil era, e segue sendo, cego. Non ve cos seus ollos senón cos seus oídos. O seu superpoder non é a súa cegueira, é a súa ausencia de medo. A vida entre sombras pode ser unha vida preñada de inseguridades. Daredevil, que significa “temerario”, non ve o perigo. Elixe non velo. Elixe vivir sen medo. Elixe aceptarse e facerse amigo das sombras, da escuridade.

Para ser xustos direi tamén que todas as miñas simpatías no terreo superheróico feminino, están con Elektra Natchios, unha asasina a soldo de moi dubidosa inclinación e que dista de encadrarse no maniqueo eixo ben-mal.

Nada me inclinou a pensar que Daredevil merecía maiores simpatías por ser discapacitado . De feito, é un personaxe complexo que pasa por momentos duros e difíciles, con vicios, con sede de vinganza…

Matt Murdock é un avogado que busca xustiza nos tribunais e, cando esta non se imparte nas canles ordinarias, é Daredevil quen a procura nas rúas. Á súa maneira. Na escuridade. No seu mundo.

O importante non é o que nos falta, porque co que nos falta nada pode facerse. O importante é o que facemos co que temos. E se non usamos as nosas capacidades ao máximo, entón todos somos discapacitados.

1 comment for “El hombre sin miedo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies