Circula por ahí un texto, en nuestro país frecuentemente atribuido a Pedro Miguel Echenique (posiblemente por haberlo citado él en sus charlas), pero que hunde sus raíces en la tradición americana de la formación en gestión. Según el manual consultado (aparece en unos cuantos) el directivo es un experto en seguros de salud, gestión de compañías informáticas y un largo etcétera, sin que ello tenga especial relevancia.
La apócrifa anécdota dice así:
El presidente de una gran compañía de [inserte aquí su campo de trabajo] formaba parte también del comité de gestión de orquesta sinfónica de su comunidad. Un día, al ver que no podía asistir a uno de los conciertos programados, a la sazón la Sinfonía Inacabada de Schubert, regaló sus tickets al director de gestión económica de su empresa. A la mañana siguiente le preguntó si había disfrutado el concierto a lo que el director respondió con un lacónico «he aquí mi informe».
El abajo firmante emite los siguientes comentarios y recomendaciones relativos a la ejecución de la «Sinfonía Inacabada» de Schubert por parte la la orquesta sinfónica de esta ciudad, tal y como pudo observarse en una situación y contexto reales:
A. La asistencia del director es innecesaria en el caso de interpretaciones ante el público. Es obvio que la orquesta ha practicado y tiene el beneplácito previo del director para ejecutar la sinfonía con un nivel de calidad adecuado. Se podría ahorrar mucho dinero simplemente posponiendo la revisión crítica de la obra a una reunión de revisión entre pares posterior.
B. Durante periodos considerables de tiempo los 4 intérpretes de oboe parecían no tener nada que hacer. Estos intérpretes deberían, por tanto, reducirse en número y sus partes correspondientes ser repartidas de modo equitativo al resto de la orquesta para eliminar picos y valles de actividad.
C. Los 12 violines se limitaron a tocar las mismas notas con idéntica expresión y ataque. Esto supone una duplicidad claramente innecesaria: el personal de esta sección debería reducirse drásticamente con el consiguiente ahorro. Si con ello se requiriese un mayor volumen, podría lograrse mediante amplificación electrónica, que ha alcanzado grandes niveles de calidad de reproducción.
D. Se empleó un esfuerzo considerable en tocar la profusión de semi-corcheas que contiene la obra. Se considera un refinamiento excesivo; muchos asistentes entre el público son incapaces de distinguirlas precisamente por la velocidad de ejecución. Se recomienda que todas las notas sea redondeadas a la corchea más cercana. Hacerlo permitiría incluir en la orquesta a aprendices y músicos de menor categoría sin pérdida alguna de calidad.
E. No parece haber justificación alguna en la repetición por parte de las trompas de un tema ya expuesto con profusión por las cuerdas. Si estos pasajes, claramente redundantes, fuesen eliminados de acuerdo al criterio de un comité de revisión, el concierto podría haberse reducido de 2 horas a unos 20 minutos, lo que resultaría en un ahorro significativo.
De hecho podemos concluir que su Schubert hubiese seguido estas recomendaciones basadas en la contención de gasto, probablemente habría sido capaz de terminar su sinfonía.
Cuando acabes de reírte ante lo absurdo de una situación propia de «Amanece que no es poco» o del «Monty Python Flying Circus» piensa en la cantidad de recomendaciones educativas de «expertos» que escuchas a diario. Y ya verás que, de pronto, no tiene ninguna gracia.